jueves, 5 de septiembre de 2019

LA RIBEIRA SACRA: Parada do Sil.

Tras el paseo en catamarán en Doade, emprendimos camino hacia Parada de Sil donde habíamos reservado restaurante y alojamiento. Teníamos previsto pararnos brevemente en Castro Caldelas, pero la premura de tiempo nos hizo imposible su visita, que por cierto, estaban de Fiestas. En Castro Caldelas destaca la zona antigua con calles empedradas y serpenteantes que suben al castillo construido por orden de Pedro Fernández de Castro, VII Conde de Lemos, en el segundo tercio del siglo XIV. Es una fortaleza medieval de carácter militar con la Torre del Reloj, la Torre del Homenaje y el patio de armas.
 
Restaurante O Curtiñeiro, menú 12 euros.
 
Llegamos al restaurante O Curtiñeiro a las 14:25 horas justo la hora acordada. Estaba lleno, en la puerta una pulpeira sirviendo raciones sin cesar y buenas colas para degustar el rico pulpo. Una vez acomodados en nuestra mesa, pedimos el menú. Comida casera y abundante. El menú tiene cuatro o cinco platos de primero para elegir y otros cuatro o cinco de segundo más postre, agua, gaseosa, vino y café, todo por 12 euros. Es buena opción elegir un menú para comer. Nosotros pedimos callos, caldereta de carne y tarta de Santiago.

Salón del apartamento Ribeira Sacra. Parada de Sil.

Uno de los dos dormitorio del apartamento Ribeira Sacra. Parada de Sil.
Al terminar de comer nos pusimos en contacto con Lorena, encargada de los apartamentos Ribeira Sacra, y nos alojamos en uno de los apartamentos que teníamos reservado desde hacía más de un mes. Estaban ya todos los alojamientos completos en el pueblo. Descansamos, nos aseamos y nos dispusimos a visitar el pueblo en primer lugar. Probablemente una de las localidades más visitadas de la Ribeira Sacra, ya que ofrece un mirador con una de las mejores vistas de los Cañones del Sil y entre los monumentos de interés destaca el Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil, considerado el mejor ejemplo del románico de toda la Ribeira Sacra. Antes de entrar en faena, dimos un paseo callejeando por el pueblo, Plaza del Ayuntamiento, monumento al Barquillero, Fuente y lavadero, etc.

Esculturas en la Plaza del Ayuntamiento

La escultura del Barquillero es un homenaje y recuerdo de los barquilleros que anualmente iban a Madrid a buscarse la vida. En marzo, por ejemplo, se salía y después en septiembre se volvían para poder recoger las castañas, vendimiar, ayudar en la casa, etc. Los barquillos se hacían en casa, con harina, agua y azúcar y con un molde se envolvía en él y eso eran los barquillos. En Madrid había muchos barquilleros de Parada de Sil. Pero no sólo salían los barquilleros, también los segadores. Las mujeres de la Ribeira Sacra eran quienes iban a despedir a sus hombres desde el mirador conocido como los "Balcones de Madrid" cuando estos marchaban a Castilla a hacer las siegas. Tiempos duros que reflejó Rosalía de Castro en uno de sus poemas más amargos: "Castelanos de Castilla trata de ve los galegos cando van, van como rosas. Cando ven, ven como negros. Castelanos de Castilla, trata de ve los galegos".
 
Homenaje y recuerdo de los barquilleros que anualmente iban a Madrid a buscarse la vida
 
Cruceiro en la Plaza del Ayuntamiento

Fuente y lavadero

Bica, dulce típico de la ribeira Sacra.

A media tarde llegamos al mirador "Balcones de Madrid". Es un mirador que cuenta con varias plataformas y pasarelas desde donde podemos admirar las profundas gargantas del cañón del río Sil. Para llegar, hay que tomar una estrecha carretera, bien señalizada, que sale del propio pueblo de Parada do Sil al pasar el lavadero y enseguida nos encontramos con una gran explanada de aparcamientos y el campo de fútbol. Unos pocos metros andando y se llega al mirador. Es sin duda uno de los mejores miradores, las vistas son increíbles.

 
Mirador "Balcones de Madrid"
Las vistas son increíbles.

Otro punto del mirador "Balcones de Madrid". Al fondo el incendio en la Comarca de Monforte
Y desde allí al monasterio de Santa Cristina. Un lugar lleno de magia escondido en un bosque de castaños que data del siglo IX. Todo rodeado de castaños, árbol que antiguamente creían que si pasabas por uno hueco se curaba el raquitismo. En la Ribeira Sacra durante siglos la castaña había sido un alimento básico y que hace años se usaba como moneda ya que la castaña y el vino se cambiaban por centeno o por carne o se llevaba al otro lado de la Ribeira Sacra para venderla a las gentes de otros pueblos. Junto al monasterio hay un castaño centenario, entre naturales tapices de inmensos verdes, entre  musgos, helechos y líquenes, que tiene esculpido en madera una imagen de San Benito, junto a la cual se puede leer: "San Benito glorioso, te pedimos por ésta tu bendita imagen no Castiñeiro cures os nosos males e guianos por bo sendeiro". 


 
Castaño centenario con ofrendas a San Benito

Iglesia y torre de Santa Cristina

Entrada y rosetón de Santa Cristina

Cabecera con tres ábsides
El monasterio de Santa Cristina es un acogedor lugar de claras reminiscencias ascéticas que unos eremitas allá por el siglo X ocuparon para llevar esa vida de recogimiento y oración, derivando después en abades y monjes benedictinos que, en el siglo XII, construyeron el monasterio y la iglesia. En la Edad Media fue unos de los monasterios más importantes de la Ribeira Sacra tal y como lo atestiguan los restos de vías de comunicación que convergen en tan enigmático y precioso lugar. De esta joya del románico destacan: su iglesia con planta de cruz latina de una sola nave alta y esbelta con su crucero, todo con elegante fábrica de sillería granítica; la torre, poco frecuente en el románico gallego; su cabecera con tres ábsides; el claustro al que se accede por una preciosa portada y el rosetón románico lobulado que permite iluminar el templo, del que dicen que es sorprendente descubrir la silueta de Mickey Mouse recortada en el suelo cuando el sol atravesaba el rosetón.


 
Rosetón de Santa Cristina, del que dicen que es sorprendente descubrir la silueta de Mickey Mouse recortada en el suelo cuando el sol atravesaba el rosetón

Iglesia con planta de cruz latina de una sola nave alta y esbelta con su crucero



Preciosa portada de acceso al claustro

Detalle de la bonita  portada de acceso al claustro

Claustro del monasterio de Santa Cristina.
Y poco a poco se fue haciendo de noche, volviendo al apartamento para descansar. Para mañana nos esperaba la pasarela del río Mao, pero eso será en el cuarto capítulo...

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