jueves, 5 de septiembre de 2019

LA RIBEIRA SACRA: Paseo en catamarán Cañones del Sil.

Comenzamos nuestro segundo día en la Ribeira Sacra desayunando en Monforte de Lemos. Emprendimos camino hacia el embarcadero de Doade, donde teníamos reserva en el catamarán de la Diputación de Lugo a las 11:30 horas. Esta comarca es asombrosa, llena de grandes paisajes de viñedos espectaculares y monumentos, desde los Cañones del Río Sil hasta el románico gallego más importante.

 
Este Tren Turístico sale de Doade, bar La Cantina, y constituye otra forma de ver la Ribeira Sacra
Queríamos llegar con suficiente antelación al embarcadero, el aparcamiento es difícil si vas justo de tiempo, por lo que apenas paramos un minuto en Doade, donde se puede coger el Tren Turístico en una especie de placita a la izquierda de la carretera. Desde aquí al embarcadero la ruta es muy sinuosa y paisajísticamente hablando es espectacular y llega, tras atravesar el Sil por un estrecho puente junto al embarcadero, a Castro Caldelas (Ourense).

 

Escultura “O Carreteiro” en homenaje a la “Viticultura Heroica”
Durante el camino vimos carteles y desvíos a bodegas (Regina Viarium, Adega Algueira y Rectoral de Amandi), a talleres de alfarería (Guindivós), restaurantes, monumentos, etc. Seguimos nuestro camino por la carretera, cada vez con mas curvas, parando ya cerca del río Sil en un mirador donde pudimos verlo por primera vez. Se trata del mirador de Soutochao, donde hay una estatua de granito de un hombre portando una cesta de uvas, una escultura de Manuel Rial llamada “O Carreteiro” en homenaje a la “Viticultura Heroica”, llamada así por lo duro y difícil que es cuidar las viñas, además de realizar la vendimia con mucho cuidado para no caerse al río. En muchos viñedos hay una especie de raíles para usar unas vagonetas o pequeñas plataformas para subir y bajar aperos y la uva.

 
Embarcadero de Doade, catamaranes de la Diputación de Lugo

Esperando embarcar. Como había mucho público salieron dos catamaranes, que se llenaron por completo. Nosotros subimos en el que está al fondo.
Y enseguida llegamos al embarcadero, una hora antes de la salida, eso nos sirvió para poder aparcar cómodamente y hacer fotos así como ir al baño, tomar algo, etc. Los catamaranes que salen desde este embarcadero pertenecen a la Diputación de Lugo y su duración aproximada es de 2 horas. Nosotros embarcamos a las 11:30 h. y volvimos a las 13:30 h. con gran puntualidad. El precio es de 9€ adultos y 5€ jubilados. Normalmente hay que reservar en el teléfono 982 260 196 aunque suele haber plazas libres. Se entra al barco por riguroso orden de reserva.

 
Navegando por los Cañones del Río Sil

Parece adivinarse a un monje subiendo por la ladera del río. Hay múltiples formaciones de este tipo.

Formaciones rocosas en la ribera del río con formas humanas.
Una guía va explicando el recorrido, el río, historia, viticultura heroica, formaciones rocosas curiosas (obispos, monjes, etc.). Como era época de vendimia íbamos saludando a los intrépidos vendimiadores a lo largo del río y desde el catamarán le tocaban la bocina para saludarlos. Siempre se ha vendimiado de manera manual desde época romana, siendo habitual ver a los vendimiadores sujetos con arneses. En otros viñedos tienen una especie de rieles muy similares a un funicular que funcionan como cinta transportadora, hay también viñedos cuyo único acceso para poder ser vendimiados es a través embarcaciones, donde cargan la uva para ser conducida a través del río hasta la bodega.

 Las imágenes del vídeo de La Voz de Galicia recogen fielmente todo el trabajo.
Terminado el viaje navegando por el Sil, nos fuimos a almorzar, pero eso lo veremos en el tercer capítulo...
 

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