martes, 11 de noviembre de 2014

Viaje a Punta Umbría.- Visita al Rocío

Como ya expliqué en el capítulo de La Rábida, habíamos coincidido en el hotel Barceló Beach Resort de Punta Umbría (Huelva) con unos amigos y ante esta feliz coincidencia decidimos pasar estos días de vacaciones juntos y hacer las diferentes excursiones también juntos.  Formamos un grupo muy unido de seis personas con gustos afines, Rafael y Francisca, Ángel y Elvira y nosotros mismos Isabel y Andrés, que soy el que estoy escribiendo.

En esta ocasión nuestro destino era la aldea del Rocío, para ello fuimos en nuestros coches: Rafael,  Francisca, Ángel y Elvira en uno e Isabel y yo en otro.

 
 Cuenta la leyenda que la imagen de Nuestra Señora de El Rocío la encontraron en el siglo XIII en el tronco de un árbol cerca del pueblo de Almonte, construyendo una ermita al borde de las marismas de Doñana para albergarla. Con el paso del tiempo, la virgen comenzó a ser venerada por los almonteños con una peregrinación, lo que provocó que alrededor de la ermita se construyera una aldea. La hermandad matriz de Almonte data de 1640 y en 1653 se proclama a la Virgen patrona de la villa de Almonte y a partir de estos años comienza a difundirse el nombre de Virgen del Rocío en detrimento del anterior de Santa María de las Rocinas. Desde entonces la devoción por la Virgen del Rocío (Blanca Paloma) ha ido creciendo siglo tras siglo, a tal punto, que la romería de peregrinación anual a El Rocío en la actualidad ya sobrepasa el millón de personas.
La romería congrega a peregrinos de todas partes de España y del extranjero. Éstos llegan a pie, en carretas tiradas por bueyes o a caballo, y avanzan acompañando a las Hermandades.

La iglesia de El Rocío se encuentra junto a unas maravillosas marismas donde conviven caballos y flamencos. Sorprende la blancura de todas sus paredes encaladas.
Esta ermita fue construída en 1960 por los arquitectos Antonio Delgado y Roig y Alberto Balbontín de Orta, y sustituye a otra medieval que existía en el mismo lugar y que sufrió grandes daños en el terremoto de Lisboa de 1755.
El interior de la ermita es también muy sencillo, eso es lo que más sorprende al entrar, porque se trata de una sola nave blanca que apenas posee ornamentaciones. Esto hace que el retablo, que es el lugar en el que se encuentra la talla de la Virgen del Rocío, llame mucho más la atención.
En cuanto a la talla de la Virgen, hay que decir que es muy pequeñita pero posee una gran belleza, sobre todo por su rostro.

El retablo actual donde se aloja la virgen del Rocío data de hace pocos años pero su historia es muy interesante. Debido al enorme número de peregrinaciones a la Virgen (dice la leyenda que data del siglo XV), se plantea la necesidad de un retablo adecuado para la Virgen. Para ello se constituye una Comisión Pro-Retablo, que encomendó al erudito Don Juan Infante Galán.

 
En el retablo actual está representados los Ángeles tocando instrumentos propios de la fiesta rociera; los doctores de la Iglesia, San Ambrosio, San Agustín, San Gregorio, y San Jerónimo; los Apóstoles Pedro y Pablo; el Nacimiento de Cristo; La Anunciación; San José y San Juan Bautista; el Bautismo de Jesús; La Visitación; y en la parte superior, ocupando un lugar principal, Pentecostés.
Lo verdaderamente impresionante es la cantidad de adornos y galanes que cubren a la Virgen (algunos cedidos por Alfonso XIII, por ejemplo) y la sensación de estar en un lugar histórico que durante siglos ha sido escenario de una religiosisad cuanto menos apasionada. 



Unas cervecitas para calmar la sed en El Rocío
Después de refrescarnos con las cervezas, dimos un paseo por la aldea montados en este coche de caballos
 
Recorrimos durante media hora, casi todas las calles de la aldea, deteniéndonos brevemente para ver con detalle algunas casas de las hermandades y famosos del corazón.


Todas las calles de la aldea son de arena


Como se puede observar, nunca suelto las riendas

Al final, como siempre, nuestra aparcería y vuelta al hotel por la costa pasando por Matalascañas y Mazagón
 A.Redondo

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