martes, 11 de noviembre de 2014

Viaje a Punta Umbría.- Visita a "La Rábida"

Habíamos coincidido en el hotel Barceló Beach Resort de Punta Umbría (Huelva) con unos amigos y ante esta feliz coincidencia decidimos pasar estos días de vacaciones juntos y hacer las diferentes excursiones también juntos.  Formamos un grupo muy unido de seis personas con gustos afines, Rafael y Francisca, Ángel y Elvira y nosotros mismos Isabel y Andrés, que soy el que estoy escribiendo.


Decidimos dejar nuestros propios coches en el parking y contratar un taxi de seis plazas para ir a La Rábida, porque así sería más fácil y podríamos ver más cosas. Pactamos el precio, hora de salida, hora de vuelta y lugares a visitar, total 10 euros por persona.
A las 9;30 horas ya estábamos subiéndonos en el taxi a las puertas del hotel y antes de las 10 h. ya habíamos llegado a nuestro primer destino, La Rábida.
 

Es imperdonable estar en Huelva y marcharse sin haber visitado el Monasterio de La Rábida del siglo XIII, declarado monumento histórico nacional en 1856 y patrimonio de la humanidad y primer monumento histórico de los pueblos hispánicos en 1949. El 28 de febrero de 1992 le fue otorgada por parte de la Junta de Andalucía la "Medalla de Oro de Andalucía". En la declaración de la IX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y Presidentes de Gobierno en La Habana, se reconoció a La Rábida como lugar de encuentro de la Comunidad Iberoamericana de Naciones. 
De estilo gótico-mudéjar, su convento se ha modificado sólo en algunas partes bastante deterioradas, pero que aún sigue conservando el conjunto arquitectónico del siglo XV.
El significado de Rábida en árabe es “atalaya” (refugio o puesto fronterizo), por su función en la época musulmana. La Rábida está situada sobre una colina en la confluencia del río Odiel y el río Tinto, frente a la isla de Saltés. Era allí dónde estaba el Templo del Dios Onus Baal (Onuba=Huelva).

El nombre completo es Monasterio de Santa María de la Rábida. Su fundación como monasterio se remonta al año 1291 siendo construido sobre un antiguo edificio almohade. La edificación actual data del siglo XIV-XV, y sigue perteneciendo a la orden franciscana. No adquirió importancia hasta el verano de 1485, cuando Cristóbal Colón llegó a este monasterio, donde se alojó y planificó su primer viaje a América ayudado por los franciscanos Fray Antonio de Marchena y Fray Juan Pérez, quienes le pusieron en contacto con los Reyes Católicos (que financiarían la expedición) y con el almirante Martín Alonso Pinzón.
Desde entonces, son muchos los personajes históricos que han pasado por este monasterio: Hernán Cortés, Francisco Pizarro, Alfonso XII, Alfonso XIII, el Rey de España Juan Carlos I (con motivo de un consejo de ministros que se celebró aquí en el año 1992), e incluso el Papa Juan Pablo II en 1993.
 

 A las diez en punto abrieron la taquilla para sacar las entradas, 3 euros por persona y te entregan una audioguía con 17 puntos de interés para visitar. Todo muy bien explicado y posibilidad de ampliar información en la misma audioguía. Te retienen el DNI hasta la devolución de las audioguías.
        
En el exterior se pueden contemplar los jardines, donde se encuentran el monumento a Colón y los bustos de los franciscanos fray Juan Pérez y fray Antonio de Marchena.También un monolito de piedra (la Columna de los Descubridores), erigido para conmemorar el IV centenario, decorado con alegorías al descubrimiento y a la evangelización del continente americano. Se encontraban en obras los alrededores. Llegando a la puerta de entrada hay una especie de rotonda con una cruz de hierro en el centro, y el acceso a la tienda de souvenirs.



El monasterio ocupa una superficie de más de 2000 m² , con fachada revestida de cal blanca y planta irregular. En el hall de entrada se encuentra la taquilla, y frente a ella un precioso mural de azulejo con una inscripción conmemorativa del evento. Una vez dentro, se visitan varias áreas: el claustro de la hospedería, el claustro de la comunidad franciscana, la iglesia, la sala capitular, y otras salas de la planta superior destinadas hoy a museo.


El Claustro de la Hospedería está repleto de macetas, flores y plantas, por lo que también es conocido con el nombre de Claustro de las Flores. En el acceso encontramos unas salas decoradas con frescos en colores pastel, obra del pintor español Daniel Vázquez Díaz  realizadas en 1930 como una alegoría de carácter muy personal del descubrimiento de América. Los temas de estas pinturas discurren en torno a la llegada de Colón a La Rábida, su expedición descubridora, la partida del puerto de Palos y demás hechos históricos. El estilo de las pinturas es de un incipiente cubismo recién aprendido por el autor en París.


El Claustro Mudéjar data del siglo XV y es el conjunto del monasterio que mejor se conservó tras el terremoto de Lisboa.
En el siglo XVII fue ampliado con otro piso construido con almenas para la defensa de las invasiones piratas. En sus cuatro galerías bajas se conservan algunos trozos de la primitiva decoración mudéjar del siglo XV, pintados al fresco, y que fueron completados en restauraciones posteriores al seísmo.
 
En el segundo piso hay una exposición permanente de maquetas a escala de las tres carabelas: La Pinta, La Niña y la Santa María.

En los laterales de este claustro se encuentran la Sala de las Conferencias y el refectorio histórico. La Sala de las Conferencias es el lugar donde la tradición indica que tuvieron lugar los encuentros de Colón con fray Juan Pérez, donde le habría confesado los pormenores y secretos de su proyecto.
En esta Sala, conocida también como Celda del Padre Marchena, es la más grande del monasterio y en ella se realizó el consejo de ministros especial presidido por el rey Juan Carlos I en 1992. El techo está cubierto por un artesonado de madera, y hay varios lienzos y muebles antiguos
El refectorio es una sala rectangular con un púlpito encalado para la lectura; en él se encuentra un crucificado de estilo románico, datado a comienzos del siglo XIV, además de varios lienzos de épocas diversas.


La Iglesia es la parte más antigua de este monasterio. Se aprecia en ella distintos estilos arquitectónicos: la puerta principal y los arcos ojivales del presbiterio de estilo gótico y el resto nos muestra su sabor árabe de estilo mudéjar. La zona del altar mayor corresponde al siglo XII, las capillas y los frescos exteriores al siglo XVII


Tiene varias capillas laterales decoradas con friso de azulejos, y varios frescos originales en sus muros que son piezas de arte de gran valor.


Digno de destacar es el sepulcro de Pinzón bajo el altar mayor, y la capilla de Santa Mª de la Rábida, donde se encuentra la talla más valiosa del monasterio, Ntra. Sra. De los Milagros. Es una Virgen muy pequeñita, realizada en alabastro en el siglo XII, pero ha merecido la visita de Juan Pablo II, que vino a coronarla canónicamente en 1993.




El techo está cubierto por un artesonado en madera policromada de influencia mudéjar, del siglo XIX, realizado por Ricardo Velázquez Bosco, que eliminó la anterior bóveda de cañón, construida en el siglo XVIII. Sobre las paredes hay diez cuadros del pintor Juan de Dios Fernández, del siglo XVIII, con representaciones de la vida de san Francisco. Presidiendo el altar mayor está la escultura de Jesucristo crucificado, del siglo XV, que sustituyó a una anterior destruida durante la Guerra Civil Española.

 Existen otras dependencias, como la biblioteca, que guarda documentos y objetos de valor histórico, como una copia del mapamundi de Juan de la Cosa en el que aparece por primera vez la costa americana.


También hay una sala donde se exhiben las banderas de cada uno de los países americanos y una arqueta que contiene tierra procedente de dichos países.


Y terminada nuestra visita, nos fuimos al muelle para ver las tres carabelas y diferentes vistas de los alrededores.







Como se nos hacía tarde, dejamos la visita a Palos de la Frontera para otra ocasión y, con nuestro taxi, nos fuimos a Huelva capital.

En Huelva visitamos el muelle, su centro comercial, el Mercado de Abastos, la Plaza Las Monjas, etc. y repusimos fuerzas para poder volver a nuestro hotel alrededor de las tres de la tarde.




... y tras el éxito obtenido, decidimos repetir excursión al día siguiente, pero al Rocío.
A.Redondo

3 comentarios:

  1. Sí señor, una guía turística completa y personalizada, aunque no se ve mucho al autor; tampoco se ve un buen plato de gambas blanquillas ni jamón de la tierra. Me alegro de que hayáis disfrutado tanto en este viaje. Ahora, ¡a preparar el próximo!
    A.M.L.

    ResponderEliminar
  2. En el próximo capítulo aparecerán las gambas y el autor.
    A.Redondo

    ResponderEliminar
  3. Esta vez sí aparecen las gambas de Huelva, ¡qué buenas!
    Las imágenes de las minas y del río no las había visto antes, interesantes.
    Tanto empeño en llevar las riendas, que te has mimetizado con el terreno; es "tipical ispanis" (typical Spanish) : uno trabajando y cinco mirando.

    AML

    ResponderEliminar