sábado, 4 de abril de 2015

Semana Santa en Mazarrón: Sábado Santo


Como cada día, bajamos a desayunar y por primera vez no habíamos planeado el desarrollo de actividades del día. Por sugerencia de Antonio, estuvimos fotografiándonos en Playa Bahía, lugar donde nosotros (Isabel y Andrés) estuvimos pasando unos días veraniegos hace dos años. Así lo hicimos y aquí tenemos la prueba.


En Playa Bahía



Playa Bahía. Verano 2013


Como por una inercia natural, ¡sería la querencia!, el coche tomó rumbo hacia el norte y cuando mis acompañantes Eva, Antonio e Isabel (que no paraban de whatsapear y mirar su móvil respectivo) se dieron cuenta, estábamos casi en la Manga del Mar Menor. Visita inesperada pero muy agradable, según me confesaron después, por la cantidad de lugares que visitamos.

La primera visita fue al Hotel Entremares, que está situado al comenzar La Manga. Allí saludamos a unos conocidos y vimos las instalaciones del hotel: Termas Cartaginesas, piscinas, salones, terrazas, playa, etc. Continuamos nuestro recorrido por los más de 20 Km. que tiene de largo La Manga desde Cabo de Palos hacia el norte. Su formación fue debida a la sedimentación de arena que aportaban las corrientes dominantes en la zona. Al oeste de esta lengua de tierra queda el Mar Menor, que es como un gran lago de agua salada, con una pequeña abertura. Al este se encuentra el mar Mediterráneo. Ambos mares están comunicados por unos canales, denominados "golas", por medio de los cuales el agua discurre entre ambos.

Recorrimos de principio a fin toda La Manga y tuvimos la suerte de ver el puente basculante abierto (de 55 metros de largo), por lo que tuvimos que esperar que pasaran las embarcaciones y continuar después nuestro camino.

Abriéndose el puente, que sólo lo hace cada dos horas, en las horas pares.
   
Pasado el puente llegamos enseguida al conocido como Puente de la Risa que es uno de los mayores atractivos de La Manga del Mar Menor, por su particular y elevada inclinación. Recibe este nombre debido a la sensación de vacío que se siente en el estómago al cruzar en coche el puente, provocando así la risa a todo el que lo pasa. Lo más divertido, además de pasarlo, es escuchar los gritos de los ocupantes de los coches que lo atraviesan.

Isabel y Eva al pie del Puente de la Risa. Antonio investigando en todo lo alto.

Panorámica desde lo alto del Puente de la Risa.
Se construyó en 1978 gracias al proyecto de Tomas Maestre que intentó crear un lugar que imitara a Venecia en el mismo final de la Manga. Este puente es el único testigo de aquella pretensión al igual que el nombre del lugar La Veneziola.

Nosotros también pasamos el Puente de la Risa en nuestro coche y Eva tomó estas imágenes:



Ya a la vuelta, nos paramos a ver el Puerto Deportivo Tomás Maestre proyectado y construido en 1973, constituyendo el puerto deportivo más importante del Mar Menor, al situarse cercano al Canal del Estacio que permite su comunicación con el Mar Mediterráneo por el puente basculante. Se ha configurado además como núcleo comercial y de vivienda estable durante todo el año, alzándose como punto de atracción deportiva, comercial y de ocio.

Entrada al Puerto Deportivo Tomás Maestre

Vista panorámica del puerto y las embarcaciones

De regreso ya para comer, no sin antes pararnos en cuantos mercadillos divisaban las féminas, llegamos a Palos. Un auténtico pueblo mediterráneo, y sobre todo, marinero. Cuenta con su pequeño puerto deportivo, destacando este pueblo por su tranquilidad. Su espléndido faro domina el cabo con su espectacular altura y forma, al que fuimos después de comer, recorriendo un sendero repleto de rincones de pequeñísimas playas de arena fina y blanca, y muchas calas donde puedes sentir que el tiempo no avanza y donde se pueden practicar todo tipo de deportes náuticos, de vela, a motor siendo el submarinismo lo más practicado.




De los muchos sitios que hay para comer, elegimos el Restaurante El Faro, donde dimos cuenta de un arroz negro riquísimo para cuatro con una fresquísima cerveza. Mientras preparaban el arroz, degustamos unos sabrosos chirretes típicos del lugar.




Liados con el arroz negro

En el pequeño puerto de deportivo de Palos

Antonio y Eva camino del Faro y detenidos en una cala donde se estaba practicando submarinismo
Aguas limpias y cristalinas que se pueden ver caminando por el sendero al Faro

Ya muy cerca del faro que se divisa al fondo
El Faro de Cabo de Palos está situado sobre un promontorio rocoso, últimas estribaciones de la Sierra litoral de Cartagena, al lado del pueblecito pesquero de Cabo de Palos, que da comienzo a la gran aglomeración turística de la Manga del Mar Menor.

Es un edificio bastante imponente por su tamaño y su gran torre, y el alcance es de 40 millas, uno de los más potentes de las costas españolas. En 1865 se construyó este faro, obra de Leonardo de Tejada, con una altura de 50 m., desde una cota de 31 m. sobre el nivel del mar, por lo que su altura total sobre el nivel del mar alcanza los 81 metros. Se trata del edificio más emblemático de nuestro ámbito territorial, que albergó escuela y fareros y cuyo entorno puede ser visitado.




Y como estamos en Semana Santa y las procesiones son principal objetivo, cuando íbamos de vuelta al hotel en Mazarrón hicimos escala en Cartagena para ver la Procesión de la Vera Cruz que sale a las 20:00 horas. Aparcamos como de costumbre en la Plaza de España y nos dispusimos a buscar un lugar ideal para ver la procesión. Como hacía fresco ya al anochecer, nos refugiamos en la cafetería El Tranvía en la céntrica Plaza de San Sebastián junto al monumento al procesionista de Cartagena que muestra en tamaño natural a una mujer adulta con dos niños vestidos de nazarenos.





En el bar El Tranvía degustando unos deliciosos "cafés asiáticos" típicos de Cartagena

Después, ¡a ver la procesión! Abren la misma, los guiones de la Cofradía, el grupo de acompañamiento al sudario o estandarte de la cofradía y los Granaderos Cadetes. Tras ellos, desfila el Santo Cáliz. La agrupación del Santo Sudario de Cristo con la réplica de la Sábana Santa que se conserva en la catedral de Turín.













La  Vera Cruz es procesionada por la agrupación de la Santa Agonía, que recuperó en esta procesión uno de los tronos más antiguos de los marrajos. La cruz, obra de Orfebrería Villarreal, de Sevilla, preside esta procesión del Sábado Santo.


El tercio y trono de las Santas Mujeres, con tres imágenes: La Virgen de la Soledad de los Estudiantes, Santa María Magdalena y Santa María Cleofé.
 

Cierra la procesión el trono de la Santísima Virgen de la Soledad de los Pobres, una imagen de la Virgen de talla completa de singular belleza en su recogimiento y dolor.



Terminada la procesión, marchamos destino a Mazarrón para dormir y descansar. Al día siguiente, domingo, visitas varias con mercadillo incluido y "carretera y manta". Almuerzo en el camino y cena en Bar Lucas de Cardeña. Allí unas raciones de lechón ibérico frito y cuando daban las once de la noche estábamos en casa. Hasta la próxima Semana Santa que será por otras tierras, si Dios quiere.

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