viernes, 6 de septiembre de 2019

LA RIBEIRA SACRA: Pasarela del Río Mao.

Hoy tocaba el sendero del río Mao a través de las llamadas "Pasarelas del Río Mao". Salimos pronto (nos avisaron que a veces hay dificultades de aparcamiento) por una carretera muy estrecha y múltiples curvas. Fueron casi 11 km. durante los cuales se atraviesa un bosque de robles, castaños, madroños, laureles, etc., que invita a disfrutar del paisaje. Para llegar a las pasarelas tenemos que llegar al Albergue Fábrica da Luz, que se encuentra a la izquierda de la carretera según el sentido de la dirección que llevábamos. Se puede aparcar en el propio Albergue, pero hay una fuerte pendiente y aunque pasó una furgoneta de reparto fácilmente, me lo pensé mejor y aparqué en el margen derecho de la carretera que estaba solo. A la vuelta ya estaba todo lleno de coches.
 
Poco lugar para aparcar, a la vuelta muchos coches. Se puede aparcar en el albergue también.
En la carretera están las indicaciones. Albergue y comienzo de la pasarela.
"A Fábrica da Luz" es una de las primeras infraestructuras hidroeléctricas construidas en Galicia. Llevándonos a principios del Siglo XX, entre los años 1914-1916, cuando se construyó “A canle vella” para canalizar el agua procedente del Río Mao y descargarla en la conocida como A Fábrica da Luz. Convirtiéndose en un hito tecnológico, social y arquitectónico en la zona.
En tiempos, suministró la electricidad a Monforte y a la capital ourensana, así como a las localidades de esta parte de la Ribeira Sacra. Su construcción dio ocupación a un gran número de vecinos de las parroquias de la zona, estando en pleno funcionamiento hasta bien entrado en el siglo XX.

Después de pasar junto al albergue, enseguida encontramos la pasarela y comenzamos este sendero que recorre la escarpada orilla del río Mao hasta su desembocadura en el Sil. Una tierra que fue inaccesible hasta que hace siglos, se construyeron las terrazas que se ven en sus laderas. Esta es la evidencia de sacrificios pasados para disponer de nuevas tierras cultivables.
 
A lo largo de la pasarela hay paneles informativos e interactivos.
El río que en la Edad Media limitaba el dominio del monasterio de Santa Cristina, produce energía eléctrica desde la primera mitad del siglo XX. Ya no se sorprende de proyectos humanos y sigue su paso sonoro, a veces fiero, para quién quiera venir a escucharlo.

El río Mao nace en Veigas, un lugar de la parroquia de San Salvador do Mao, municipio de O Incio y recorre tierras de tres municipios, O Incio, Bóveda y Monforte de Lemos. Es alimentado por los ríos Cereixido, Carballedo y Noceda, y por otras corrientes menores. A lo largo de su recorrido llega a formar un gran pantano denominado Embalse de Leboreiro. Después aquí el curso del río forma un gran cañón desembocando  en el municipio de Barcxacova en plena Ribeira Sacra.
 
Aunque hay bastantes escalones, no presentan gran dificultad.
 
Mirador que se adentra en el cañón y ofrece unas vistas excepcionales de gran parte del Río Mao
A lo largo de la pasarela de madera de gran belleza, suspendida en la propia colina y dejando ver el hermoso cañón que forma el paso del Río Mao existen varios paneles con juegos en los que “Preguntiña, a folla faladoira” les irá explicando todo lo referente a la fauna y flora que rodea al entorno. Son aproximadamente 1,7 kilómetros aproximadamente, con un mirador con asientos para descansar y deleitarse con el paisaje. Aunque empezamos a contar el número de peldaños, al final perdimos la cuenta pasados los 200, que van en ligero descenso hacia las inmediaciones del embalse. Hacia la mitad de la pasarela hay un hermoso mirador que se adentra en el cañón y ofrece unas vistas excepcionales de gran parte del Río Mao. Terminada la pasarela comienza un camino y las aguas del río se amansan y toman el nivel del Sil y del embalse hasta llegar a una playa fluvial en el pueblecito de Barxacova.
Descanso para reponer fuerzas al término de la pasarela


Extraordinaria tranquilidad en plena naturaleza
Terminada la pasarela y tras el debido descanso decidimos volver nuevamente por la pasarela, ahora con más dificultad porque es en ascenso, pero pronto llegamos de nuevo al albergue, ya con todo lleno de coches.

 

Vuelta para almorzar, descansar y por la tarde visita al Monasterio de Santo Estevo. Os lo cuento en el próximo capítulo...

2 comentarios:

  1. Que sitio más bonito y que bien lo explicas parece que he estado allí,un beso para los dos

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