lunes, 18 de septiembre de 2017

HÓRREO DE CARNOTA.- Excursión a Galicia.


(Para verlo mejor es conveniente utilizar el PC o activar la versión web del móvil)

Después del almuerzo en Santiago de Compostela nos dirigimos a Carnota, para ver su magnífico HÓRREO, con parada para ver el cabo Finisterre desde un mirador y la Costa da Morte.


Hicimos una parada en Ponte Maceira para ver el río Tambre, el puente de piedra y el conjunto histórico-artístico. Muchos peregrinos que llegan a Santiago y deciden continuar su camino hasta el fin del mundo, hacia Finisterre y otros que llegan por el Camino Marítimo para peregrinar hacia Santiago, pasan por lugares hermosos y este es uno de ellos. Un lugar que esconde historia, arte, naturaleza y mucho más.




En primer lugar vemos el gran puente de piedra o también llamado “a Puente Vella”, que según cuentan, varias leyendas van unidas a este viejo puente, como la que dice que escapando los discípulos del Apóstol de los romanos para encontrar un lugar donde enterrar al propio Apóstol, cruzaron el puente y al pasar sus perseguidores sobre él, éste se vino abajo, gracias según la leyenda a la intervención divina.




A la izquierda el palomar, a la derecha un extremo del hórreo y al fondo la iglesia de Santa Comba

El Hórreo de Carnota, construido entre los años 1768 1783, fue declarado Monumento Nacional. Forma junto con la casa rectoral, el palomar y la iglesia de Santa Comba un conjunto arquitectónico digno de admiración. El Hórreo es una de las construcciones más representativas de Galicia. Los hórreos fueron utilizados desde hace siglos para preservar las cosechas, sobre todo de maíz y patatas. Su separación del suelo hacía posible su conservación sin humedad y su buena aireación y oscuridad hacía que los alimentos duraran mucho más tiempo. Además la separación de los pies del cuerpo, estaba formada por tornaratos que su función era mantener las cosechas fuera del alcance de los ratones y otros roedores. Los grandes hórreos, como éste,  solían pertenecer a la iglesia que se quedaba con el 10 % de las cosechas, el famoso impuesto conocido como el diezmo.

Uxía explicando el hórreo y el grupo muy atento ilustrándose



El Hórreo de Carnota es una obra barroca de estilo fisterrá obra del arquitecto Gregorio Quintela. El largo total del impresionante hórreo es de 34,74 m y tiene un ancho de 1,90 m. Consta de 22 pares de pies y se comunica con el exterior por tres puertas. Su cubrición es a dos aguas. Otra característica que lo representa es su buena conservación y su composición, formado totalmente por piedra en sillería. En sus esquinas se elevan dos pináculos con bolardos y una cruz. Es el tercer hórreo más largo de Galicia.

Como teníamos previsto visitar el Monasterio de Poio, pero no pudo ser porque, según Uxía, había una boda, mi señora y yo estuvimos visitándolo después y os pongo tres fotos de lo más característico del mismo, por si a alguien le interesa.

El hórreo de Poio es el más grande de Galicia en cuanto a superficie, tiene 51 pies (de 3 en 3) que hacen un total de 33'46 metros de largo y 3'368 metros de ancho, en total 112'69 metros cuadrados de superficie. Es un hórreo sobrio con tejado a cuatro aguas.


Monasterio benedictino medieval, actualmente ocupado por una comunidad de mercedarios, la iglesia está enmarcada por dos esbeltas torres con una portada con dos pares de columnas dóricas en la parte inferior del cuerpo y dos pares de columnas corintias en la parte superior


Tiene dos claustros y en uno de ellos hay un mosaico que representa el "Camino de Santiago" formado por un millón de teselas (trocitos de mármol de apenas 1 centímetro cuadrado cada una), que ocupan sus paredes con 80 metros de largo por 2'60 metros de alto y 200 metros cuadrados de superficie.

Mirador y Cascada de Ézaro: Es la única cascada de Europa que desemboca directamente en el Océano. A través de una pequeña pasarela, bien habilitada con barandilla, se llega hasta el pie de la cascada. Allí se puede contemplar el espectáculo de la cascada o "fervenza do Ézaro" (en gallego) bajo el monte Pindo. Se puede descender y así lo hicimos por unas escaleras que dan acceso hasta una enorme mole de granito que desciende suavemente hasta la orilla del río. Es la desembocadura del Río Xallas o río Ézaro formando un paraje idílico y espectacular tanto por su altura (es un salto vertical de más de 40 metros), como por sus diferentes chorreras y ramificaciones de agua, cada una con su propio y aleatorio camino con el fin de alcanzar el lecho del río.



Lo que sin duda hace esta cascada especial es el hecho de que el río Xallas, que así se llama hasta que llega al salto en cuestión, se precipita por esas paredes de forma brusca directamente al mar, porque no olvidemos que el tramo final del río, que después de la cascada se conoce como Ézaro, es una especie de estuario o ría, en la que el agua de mar se adentra hacia el interior a través de las potentes mareas del Atlántico, mezclándose ese agua de mar con el agua dulce que cae de la cascada.

 

Y así pasamos otro día, terminando la jornada, como siempre, con entretenidas partidas de cartas en el hotel después de cenar.



Próximo capítulo ARMENTEIRA

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