miércoles, 26 de septiembre de 2018

NÁJERA y MONASTERIO DE YUSO.- Excursión a La Rioja

Desayuno en el hotel

Como todos los días, desayuno en el hotel y enseguida camino de Nájera.

Nájera es un municipio de la comunidad autónoma de La Rioja atravesado por el río Najerilla. Es el centro en torno al que gira la actividad económica de la comarca. La base de la economía es la industria, especialmente la del mueble, pero también destaca la actividad agrícola. Nájera es el centro industrial del valle y el lugar donde se concentra gran parte de las actividades del sector terciario. Cuenta con un importante número de locales comerciales, centros de salud, entidades bancarias, centros deportivos y establecimientos de hostelería.
Cruzando el puente sobre el Najerilla para llegar a Santa María la Real

Río Najerilla


El Monasterio de Santa María la Real, fundación real hecha por el rey Don García de Nájera en honor de la Virgen de Santa María; según la leyenda, gracias a su intervención obtuvo la victoria sobre los árabes en Calahorra. Cuenta con un magnífico claustro de los Caballeros del siglo XVI donde se combinan los estilos gótico, plateresco y renacentista. En el panteón de reyes descansan los restos de Blanca de Navarra, los duques de Nájera y Diego López de Haro. La iglesia es gótica, construida sobre los restos del anterior templo románico, consta de tres naves, crucero y torre a los pies. En la nave central se encuentra el coro, con maravillosa sillería, del gótico florido. Al final de la nave central se halla la cueva de Santa María La Real, excavada en la roca, donde según la leyenda el rey García de Nájera encontró la imagen de la Virgen.
Monasterio de Santa María la Real

 
 
Entrando al Monasterio de Yuso
 
Maquetas de los Monasterios de Suso y Yuso

A la hora prevista para nuestra visita llegamos al Monasterio de Yuso. La guía del monasterio nos explicó ante unas maquetas aspectos generales de los Monasterios de Suso y Yuso, así como los orígenes del idioma castellano.  Hace mil años, entre los siglos X y XI, en el scriptorium de San Millán de la Cogolla, el amanuense Muño, que copiaba un códice latino, escribió al margen de una página esta oración:

Cono alutorio . < de > nuestr < o >
dueno . dueno christo . dueno
salbatore . qual dueno
get ena honore . equal
duenno tienet . ela
mandatjone . cono
patre cono spiritu sancto
enos sieculos . delosiecu
los . facanos deus omnipotens
tal serbitjo fere . ke
denante ela sua face
gaudioso segamus . Amem
 

Muño, como el resto de sus hermanos del monasterio, debía de saberse de memoria estas oraciones. Lo hizo, seguramente sin pensarlo mucho, empleando una lengua romance, "un dialecto riojano o altorriojano". Aquellas inocentes anotaciones han llegado a ser consideradas a partir del siglo XX el primer testimonio escrito del que se tiene noticia de un dialecto romance hispánico medieval, es decir, la lengua que ya no es latín hablada por el pueblo llano en la alta Edad Media. El Códice 60, que contiene ésta y muchas otras glosas más, es uno de los setenta códices procedentes del monasterio de San Millán que custodia en Madrid desde mediados del siglo XIX la Real Academia de la Historia.

 

San Millán de la Cogolla es como se conoce al conjunto formado por un núcleo de población junto con los dos monasterios que tiene su origen en la comunidad que formó entorno a su obra un santo eremita de nombre Millán que vivió 101 años (473-574) en unas cuevas de la sierra de la Demanda dedicado a la oración. Suso del latín sursum significa “arriba”, como se conoce al monasterio más antiguo y Yuso del latín deorsum, “abajo”. Ambos fueron declarados en 1997 por la UNESCO, bienes Mundiales, Patrimonio de la Humanidad.

La importancia cultural de Suso se manifiesta en la colección de manuscritos y códices que salieron de su escriptorio (lugar para escribir), uno de los más notables de la Edad Media en España: el Códice Emilianense de los Concilios (992), la Biblia de Quiso (664) o una copia del Apocalipsis, de Beato de Liébana (siglo VIII), lo que le hace ser uno de los principales escriptorios, si no el más notable, de la Edad Media española. Es el marco en el que va a surgir la que hoy es la más antigua manifestación escrita de la Lengua Española.

Del actual monasterio de Suso, construido entre los siglos VI al XI, quedan vestigios importantes de los diversos momentos históricos por los que atravesó: las cuevas rupestres donde vivían los eremitas, el primitivo cenobio visigótico, la ampliación mozárabe y por último románica. El acceso al monasterio se realiza a través del portaello, allí se encuentran las tumbas de los Siete Infantes de Lara y de su tutor Nuño acompañando a las tres reinas navarras. Cuenta la leyenda que los Siete Infantes fueron decapitados y sus cabezas remitidas a Córdoba por órdenes de su tío, Ruy Velázquez. Allí fueron contempladas dolorosamente por su padre y más tarde, según la leyenda también, fueron colgadas en los arcos de la calleja junto a la casa.

 


El Monasterio de Yuso, fue construido por monjes benedictinos, que permanecieron en él hasta la desamortización y exclaustración del XIX, para ampliar el de Suso en el siglo XI, destaca por sus grandes dimensiones. Fue reconstruido en los siglos XVI, XVII y XVIII, y en él se conjugan diferentes estilos: renacentista y barroco principalmente. Guarda abundantes tesoros artísticos en su museo: pinturas de Juan de Rizzi (considerado el mejor de los pintores claustrales españoles) y cobres del siglo XVII. Y las arquetas de oro y marfil, del siglo XI, que guardan las reliquias de San Millán.

 

De gran calidad es también la reja, realizada en 1676, que cierra el coro bajo de la iglesia, lo mismo que la escultura del trascoro que contiene ocho tallas de la mejor imaginería española. En esta misma zona de la iglesia se encuentra una de las joyas del monasterio: un púlpito de nogal, que parece ser de finales del XVI.

De especial interés es el conjunto formado por la Biblioteca y el Archivo, que pueden ser considerados entre los mejores de la España monasterial. El archivo medieval consta, fundamentalmente, de dos cartularios (el Galicano y el Bulario) y de unos trescientos documentos originales.

 
Cada comienzo de primavera y de otoño, en torno al 21 de marzo y septiembre, tiene lugar el equinoccio. Más o menos a las seis y cuarto de la tarde en el monasterio de Yuso se puede ver sobre el cuerpo central del templo un círculo perfecto de luz solar El rayo de luz entra por el rosetón de la parte trasera de la iglesia, pasa por el círculo que corona el trascoro y da en el centro geométrico de la iglesia.


Púlpito plateresco de finales del XVI. Los mediorelieves representan a los cuatro evangelistas

La Biblioteca se conserva tal como quedó definitivamente amueblada a finales del siglo XVIII. Su verdadero valor e interés radica, no tanto en su número - más de diez mil -, como en los ejemplares raros que conserva. Una de estas rarezas bibliográficas es el "Evangelario de Jerónimo Nadal", impreso en Amberes en 1595 y si raro es poseer un ejemplar de esta edición, más raro es que todas las láminas estén policromadas, una a una.

 
Los frescos del techo y las mesas centrales son del XVIII el abad Fray José Fernández (1693-1697) la adorna con doce cobres que están sobre la cajonería de nogal

En las paredes hay veinticuatro óleos sobre cobre de estilo barroco de procedencia flamenca, madrileña e italiana



El retablo, barroco, está presidido por una talla de Nuestra Sra. Reina de los Ángeles con cetro y corona.



La sacristía es una de las más bellas de España, antigua sala capitular comenzó a usarse como tal hacia 1693. Los frescos del techo del siglo XVIII conservan sin haber sido restaurados toda la riqueza del color original. La cajonería es de madera de nogal, encima de la cual hay veinticuatro óleos sobre cobre de estilo barroco de procedencia flamenca, madrileña e italiana.


Sala de Códices y Cantorales se conservan cantorales del siglo XVII y se puede apreciar una excelente copia del códice 60 o códice de las Glosas Emilianenses

Los cantorales del Monasterio de Yuso, un tesoro cultural único en el mundo

La estantería de los cantorales del monasterio conserva en su haber veinticinco volúmenes copiados entre 1729 y 1731. El archivo y biblioteca monasterial de gran valor para los investigadores está considerado entre los mejores de España; en él se guardan dos cartularios y trescientos volúmenes originales.

En la sala de exposiciones resaltan las réplicas de los marfiles románicos de las arquetas: relicarios de San Millán del siglo XI y de San Felices del siglo XII
En el oratorio se pueden contemplar las réplicas de las arcas relicarios del San Millán (siglo XI) y San Felices (siglo XII). La de San Millán fue un encargo de Sancho IV de Navarra (Sancho el de Peñalén), en el año 1067

La arqueta de las reliquias de San Millán a la que estaban adosados los marfiles, todavía forrada con seda árabe de la primera mitad del siglo XI. Durante la Guerra de Independencia, en 1809, fue desnudada del oro y pedrería de que estaba recubierta


Actualmente los frailes Agustinos Recoletos son los que mantienen vivo el espíritu del monasterio.


Continuamos viaje para Santo Domingo de la Calzada...




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